Conozco a Hugo desde el primer año en la universidad, y definitivamente es uno de esos tipos que no logran pasar desapercibidos. Todos sabíamos que tenía un gran talento para la pintura, pero desconocíamos que escribe poesía. Descubrió este blog y me mandó algunos de sus textos, además de algunas imágenes de unas cuantas pinturas de su autoría. Hoy quiero compartir un poco de su obra: primero tres de sus poemas, y luego tres de sus pinturas.
Mi Cielo
I
Y volteé mis ojos al cielo,
él tan grande y yo tan pequeño,
él plagado de estrellas,
yo plagado de sueños.
Él tan alto,
tan lejos.
Entonces miré a mi interior
para poder contemplarlo. Completo.
La opacidad de la noche
cual mi alma,
el anhelo.
¡La pequeñez de mi vida, la inmensidad de mi cielo!
II
Nuevamente levanté mis ojos al cielo
y mi mente nublada de dudas
se perdía en la inmensidad
para intentar por un momento dejar de pensar,
de saberte mi afán
verdadero.
Las perennes preguntas oscurecen mi luz.
La fría inquietud de mi alma,
el saber si realmente eres tú.
¿Será la insensata necedad de la mente
o simplemente el deseo de hallar rectitud?
Tan vano y falso pensamiento,
agobiante en mi espalda, mi cruz.
Y volteé mis ojos al cielo,
esta vez plagado de nubes
y yo ciego de ensueño.
La oscura prisión de mis complejos;
las dudas,
¡y la claridad que está en tu alma,
mi cielo!
III
…Se perdió mi vista en el cielo…
Su grandeza en mí,
comprendía
la eternidad que en sus tiempos encierra
al contrastar la efimeridad de los días.
Lo contemple parco, imponente,
desafiante…
Sereno.
Y su reflejo impregnado en la tierra
con terso brillo en mi mente cernía
inspiración. Dulce consuelo.
…Así en indefinido momento
se fraguaron su alma y la mía
con inmarcesible esperanza
bebí sediento sus maravillas.
Volé en su profundidad
contemple sus cimientos…
La volatilidad de mis sueños.
Las inquietudes que abaten mi espíritu,
se esfumaron en el viento…
… Y al abandonarme en él comprendí
la belleza de la vida.
Tiempo perdido
¿Será todo esto tiempo desperdiciado?
¿O una trampa tuya destino?
La farsa intrigante de esperarte.
¡Oh!, sueño
de mis brazos esquivo.
Ay del tiempo que vivió en el olvido.
Tu retrato empolvado de armiño,
tu silueta dibujada en el cielo,
el desdén de mi mente,
tus besos furtivos,
la incesante amargura de tenerte entre mis ojos clavada.
Y lo ambiguo
de tratar de recuperar de alguna forma
todo este tiempo perdido.
Pintar
Volví a amar
el dibujo, las formas,
la claridad de la luz y las sombras,
para después enamorarme del color
y descifrar el mundo en su hermosura.
La sencillez de mi mundo
que en un lienzo blanco vislumbra
la complejidad de las ideas,
que interpretadas se transforman…
¡en el excelso sentir de la pintura!
No hay comentarios:
Publicar un comentario