viernes, 20 de agosto de 2010

Bertha Valle, “El – nuevo – Clon” y el montón de plata que dan por las noches



No tengo servicio de cable. Mi papá siempre es el encargado de pagar, pero lo olvidó, o a lo mejor no tenía el dinero necesario para cancelar el servicio. Sea cual sea haya sido la razón, la desconozco, pero el hecho es que la mora alcanzó tales niveles, que se nos suspendió el servicio de televisión por cable. Eso hacia ya casi 3 semanas, sino me equivoco.


Aún no he aprendido a amar la programación nacional. Pero no la odio del todo. Ya de por sí, me gusta con o sin cable: mis mañanas de sábados se amenizan con los X-Men en el 2; Xica me arranca carcajadas las noches del 4; siempre saludo yo también a Pedro Pablo mientras Porta cocina en el 8 los fines de semana; el 10 aún trata de ganarse mi sintonía con lucha libre y Los Simpson; y el 12. El 12. Bueno, al menos puedo reír con los tres chiflados. Y sus periodistas también.

En cuanto al cable, lo echo de menos. Echo de menos los canales infantiles que se volvían obligatorios cuando mi primita Ariana declara la dictadura del control remoto, el 3, 5, 7, 9 y 13. Ya no hay Cinecanal, ni películas de Tim Burton en el 22, ni TNT con sus películas de una hora y cortes comerciales de 20 minutos (cada uno). Ya no hay Canal de las Estrellas ni TV Azteca. Esperen, eso es bueno. Quisiera decir que me carcome el sueño no contar más con la cadena Discovery, pero sería una verdad a medias. A tercias, más bien. No más Lost en AXN, no más Glee en Fox, no más mentiras en CNN, no más Glastonbury en A&E, ni The Soup en E! Adiós a documentales que me daban la sensación de ser inteligente en NatGeo, y de verdad voy a extrañar la propuesta musical digerible que presentaba Telehit, no como Ritmonson, pues me causaba cierta acidez.

El 45 me causaba algo de prejuicio, mientras que Clásico TV me devolvió la alegría de decir “¡no me simpatizas!” Adiós a TCM y sus clásicos, aunque ni tanto, la otra vez pasaron “Loca Academia de Policías”. Ya no podré ver a Tin Tan en el 54. Momento de ignorancia: ya no veré MTV.

Y de ahí ya no sé que sigue, creo que un canal que trata de reunir toda la propuesta audiovisual de Europa, la BBC, más mentiras de CNN, algo de Alemania, algo de Italia, y muerto, se acabó el cable, caés de nuevo con Bertha Valle, “El – nuevo – Clon” y el montón de plata que dan por las noches. Rayos, ¿de dónde sacarán tantos riales para regalar cada día? Si los invirtieran mejor en la realización de programas de carácter cultural, la agenda televisiva sería muy diferente. Ojalá el Estado decretara una ley que obligara a los canales de televisión a invertir en propuestas jóvenes y culturales. Aunque el Estado también ha abortado esa misión, pues bien podría retomar la señal del extinto (a fuerza) Canal 6 y convertirlo en una plataforma de entretenimiento, cultura y educación.

Las únicas personas que han seguido con una iniciativa para promocionar una idea audiovisual que combine videos, música, historias y letras, han sido los hermanos Vargas. Por más de quince años, han amasado una trayectoria envidiable con “El Lado Oscuro”, una especie de páramo de cordura entre la programación plagada de sexo, sexo y exceso de sexo. Bien por ellos.


Pero el programa es sólo los fines de semana, y a pesar de que cancelamos el monto que se debía por el servicio, no han venido a reconectarlo. Ni modo, a convivir con esta mala programación, mientras regresa una peor.




2 comentarios:

  1. No quiero sonar mata mama pero la programacion nacional es GRAVE! Y eso q casi no la veo, pero es q ni los anuncion destacan... son simples, medio sosos (bueno desde mi punto de vista de persona comun y no mercadologo) pero tampoco se puede negar que hay sus programas digeribles.

    ResponderEliminar
  2. Cierto, todo es cosa de correr con suerte, y poner un canal bonito a una hora bonita.

    ResponderEliminar