sábado, 6 de noviembre de 2010

El poeta jardinero


Decís que soy errante gurrión.
Está bueno, pues. Seré errante gurrión.
Pero la primera flor que pique
será la flor de tu corazón.

Bruno Mongalo (el poeta herrero)

Me pidió una hoja de papel, pero le pasé dos. Y mientras escuchaba a Los Beatles, Juan se sentó, a escribir versos con tinta verde.

- Juan, ¿qué estás escribiendo? – pregunté.

- Estoy escribiendo poesía – me dijo.

A Juan le conocemos desde hace años, incluso desde antes de bachillerarme, creo. No estoy muy seguro cómo fue que empezó a deambular por el barrio, pero si recuerdo que mi casa fue una de las primeras que visitó. Para ese entonces, Juan era mucho más joven, su piel no estaba tan quemada, y era menos conversador.

En esa época, el jardín delantero de mi casa era una belleza. La grama, verde y tierna, adornaba cada milímetro cuadrado del terreno; una muralla de rosas, rojas y amarillas, eran el orgullo de mi madre; un pigmeo ciprés se erguía en casi el centro del jardín; y las coloridas limonarias aún no sufrían el embate de los abrasivos zompopos. El jardín, era un deleite visual, y gran parte, era mérito de Juan.

Ahora, el jardín no es más que un recuerdo, respaldado por las docenas de fotos familiares que sólo alimentan la añoranza de mi madre de recuperar, mediante rosas y otras plantas, esa alegría matutina. Ahora, Juan es más viejo, está más cansado, y escribe poesía.

- No fregués Juan, tengo años de conocerte y no sabías que escribías poesía – le dije.

- Es que hasta ahorita estoy aprendiendo a escribir – contestó.

Juan siempre lleva consigo pequeñas hojitas de cuaderno, donde anota cada pensamiento (o sentimiento) que merezca ser escrito. Esa mañana de sábado, Juan escribió un pequeño poema, que luego me enseñó. En sus versos, retomaba bastante el uso del término de las “flores”, como elemento estético, una y otra vez.

- Lo que pasa, es que a la señora que le escribí ese poema es de apellido Flores. ¿Viste?, ¡por ahí va la jugada! – me dijo, con una sonrisa picarona.

Continuaba, contándome que se inspira en la naturaleza, en las cosas que le pasan, en las mujeres (por supuesto, las mujeres). También, se inspira en Nicaragua. Me recitó uno de sus poemas, que no recuerdo muy bien, pero que finalizó con una contundencia tal, que bien merece que yo trate de transcribirlo. Era, más o menos así:

Nicaragua
tierra de lagos y volcanes
yo no te cambiaría
ni por el mejor país del mundo.
Porque aunque sea un indio
estoy feliz de tener sangre nicaragüense.

No le hecho justicia al escrito de Juan, ni con la fidelidad de la transcripción, ni con él, pues es necesario ver la emoción de su rostro al declamar. Pero, ahora empezará a escribir mejor, tal y como me dijo.

- ¿Y por qué? – pregunté.

- Es que ahora voy a empezar a escribir cosas para Dios – dijo, sellando mi duda.

Luego, empezamos a desayunar, mientras me contaba que una señora guarda cada uno de sus poemas. A Juan, le gustaría publicar un libro.

- Yo quisiera publicar un libro, con mis poemas, pero vos sabés que es bien difícil, si no tenés recursos y sos humilde. Esa señora me los va guardando en limpio, y ojalá un día saque mis poemas, sería bien bueno. Lo único que le pido a Dios, es que no me cambie. Pues, vos sabés, que no me haga orgulloso, porque vos sabés que soy humilde, porque el orgullo es malo, ¡y vos sabés cuál es la recompensa para los orgullosos! – sentencia, como todo buen creyente en el castigo eterno.

Juan, seguía contándome de su gusto por las letras, mutilado por la desigualdad de oportunidades.

- Si yo hubiera estudiado, sería un escritor, creo. Pero vos sabés que a mí me gusta el trabajo, tal vez hubiera sido un arquitecto, un ingeniero, un buen abogado. ¡O al menos un maestro de obras! – prosiguió.

- Pero, ¿a vos lo que te gusta es escribir, verdad? – le pregunté.

- Me gusta, y mucho – concluyó.

Terminamos de desayunar y Juan se levantó, dispuesto a trabajar. Yo, escribí esto. Ahora, tengo que buscar aquellos viejos trece poemas de Benedetti, que hace mucho imprimí, para dárselos a Juan. Me dijo, que le gustaría leer más, para practicar sus recién adquiridas habilidades de lectura y escritura.

- Dámelos, para conocer palabras mejores y escribir mejor – me dijo.

El problema, es que los perdí hace mucho, tendré que buscarlos de nuevo, imprimirlos y dárselos a Juan. Pero no molesta, porque creo que pueden servirle mucho, no para escribir mejor, sino para que se dé cuenta que él es mucho mejor que Benedetti.

Uno puede pasarse años estudiando la antipoesía de Parra, las nivolas de Unamuno, o los versos de Becquer, y jamás comprender la simpleza de la poesía, tal y como lo hace Juan. Para mí, Juan es mucho más poeta que Granada y todos sus bardos juntos, agrupados en festivales, desde donde sólo idealizan inalcanzables (y frustrados) parnasos, y se olvidan de la cotidianidad misma, más metafórica que mil cantos de juglares juntos.

Y no sé porque arranqué estas líneas con “Gurrión”, de Bruno Mongalo. Tal vez, porque dentro de muchos años, me gustaría ver que alguien diera riendas sueltas a su imaginativo, y comenzara con algún verso de Juan.   
  
Cuando Dios, el Señor
creó al hombre
y creó a la mujer
gracias a Él
mis padres estaban juntos
y nací yo.

Juan Velásquez (el poeta jardinero)

Juan, escribiendo poesía en el comedor de la casa.

4 comentarios:

  1. Podria decir que uno de los mejores por ahora, No es que los demas sean malos pero cada dia mejoras tu escritura, me encanto (:!
    Ayin

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  2. Pensé que Juan no existía.

    La sencillez de sus poemas lo hace grande.


    Saludos.

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  3. hola soy rene perez....ps ahorita ando de gira con la ileanita y visitante.....ps anda por ahi y ps queria ver si podias idear por ahi algo pa un canción de mi proxima producción "y yo que....salgo este año" es una exclusiva pa tu blog. y como dijo el celebre Antonio Telleria.. el maestro de maestro en esta vida y en la UCA no se aprende pero se goza. jajajajajaja ta bueno choco...ps mientras yo juego mafia wars vos tas ahi (en vez de trabajar en DAPA y SYCA) ps escribiendo cosas que ps ta bueno el tripp. no lo borres hp.

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  4. Brenda Villavicencio23 de noviembre de 2010, 14:04

    En pocas palabras cris buenísimo!!!! compartimos el mismo amor por la lectura y la escritura!!!! Solo que vos lograste vencer el miedo al que dirán??? aún metida en mi cajón, guardo mis ideas por ahi algún día espero decidirme e impulsar mis emociones y publicarlo todo!!!! por el momento Felicidades!!!!!

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