martes, 14 de junio de 2011

El niño que nació un día en que Dios estuvo enfermo


Yo nací un día
en que Dios estuvo enfermo.
César Vallejo

Venimos a este mundo con un solo propósito.
Pero eso no lo sabes,
ni tampoco soy yo quien deba decírtelo.

No palidezcas, Charlie, hay menos tiempo que
respuestas y tus manos de niño no entienden
que, a kilómetros de este hospital, un par de
labios violáceos aún gesticulan la última palabra.

Prepárate a nacer, bribonzuelo.
Afila tus dientes y expúlsate a la vida.
¿Listo?

¡Es ahora o nunca!

Bienvenido al mundo.
Ahora puedes llorar.


2 comentarios:

  1. Tristemente hermoso...pero yo creo que Dios no enferma, se entristece, solamente. Y la gente mas sensible es la que llora y sufre al notar su tristeza, yo creo...pero no aseguro.
    Un abrazo!!!

    ResponderEliminar
  2. Eso es todo lo que has escrito y con eso ya te crees que sos que?
    bufon de mierda!!!

    ResponderEliminar